Carolin en su oficina en casa – o por qué es tan importante comprar zapatos ;-) !

Oficina en casa, trabajar desde casa.  ¡Esto es algo nuevo para mí!

Mi primer contacto con el teletrabajo fue en enero de este año, cuando un resfriado me dejó sin sentido y tuve que preparar las nóminas.

Admito que es un poco difícil con una sola pantalla de portátil, cuando estás acostumbrada al lujo de trabajar con dos monitores!

Pero por suerte me recuperé y finalmente pude volver a la oficina.

Y bueno, ahora se nos ha echado encima esta desagradable “bolita roja con ventosas” llamada Corona.

Como ya intuía que no estaba el todo recuperada, dejé de ir por precaución a la oficina central desde el 16 de marzo.  Pero esta vez estaba preparada…

Dos semanas antes:

Salgo de trabajar: he decidido ir a Mediamarkt.  Hoy es el día.  “Él” tiene que llegar – mi monitor.  Asalto el mercado y recorro los departamentos buscando.  ¡De repente lo veo!  La anticipación fluye a través de mi cuerpo; ¡Ya casi lo tengo!  El vendedor, que por fin encuentro tras dos interminables minutos, me dice que el “objeto de mi deseo” es el último de su especie en el mercado.  Lo quiero como sea, ¡ya!  Mis nervios están tensos cuando el vendedor lo envuelve a velocidad de marmota y saca sus accesorios del almacén.  A esto siguen duras negociaciones de precio, pero finalmente sucede!  Salimos del mercado de la mano, mi monitor y yo…

16 de marzo de 2020

…así que aquí está, en casa, mi monitor!  Puse mi laptop al lado, conecté el teclado y el ratón y pensé, hm, de alguna manera la pantalla del laptop está demasiado baja ahora.

Miro alrededor de la habitación y de pronto veo la solución: ¡Aleluya, una caja de zapatos!  Emocionada lo agarro y lo coloco con cuidado bajo el laptop.  ¡La altura perfecta!

Enciendo, preparo las pantallas y me pongo en marcha.  Todo funciona.  Y lo mejor: ¡tengo dos pantallas! ¡Y finalmente ya sé por qué es tan importante comprar zapatos! ?

Mientras tanto, la segunda semana de trabajo de la oficina en casa casi ha terminado.  Mi pequeño “centro de control” en la 5ª Avenida ? ha demostrado su valía y gracias a Waldemar ahora puedo ver y ser vista durante las videoconferencias.

Tengo un horario fijo, me levanto temprano todos los días, me tomo un descanso a cierta hora y no hago nada entremedias.  De esta manera paso el día con una cierta disciplina.

Sin embargo, algo me falta: los compañeros de la oficina..  No te encuentras con nadie por el pasillo o junto a la máquina de café.

Pero puedo llamarlos, escribirles y verlos en videoconferencias.  ¡Se siente bien!  Y es razonable.

¡Nos mantenemos unidos!

Saludos afectuosos.

Vuestra Carolin Wüst

CIB Group

Expertos en digitalización